martes, 24 de noviembre de 2009

LA LUCHA INTERNA DEL PERONISMO EN LA DÉCADA DEL ´70


El sindicalismo, Montoneros y Juan Domingo Perón en un triángulo conflictivo que desencadenó la caída de la última presidencia del general.


El periodista Ceferino Reato luego de un intenso trabajo de investigación escribió su tercer libro al cual tituló “Operación Traviata” y donde intentó reconstruir las relaciones entre Perón, los montoneros y los sindicalistas en la década del ´70 para poder explicar las causas del asesinato a José Ignacio Rucci que indudablemente cambió la historia argentina.

El líder de la CGT fue una pieza clave en la conducción de Perón durante su exilio y por ello fue el blanco de grupos disidentes con el General, que el 25 de septiembre de 1973, luego de un complejo trabajo de organización prácticamente lo aniquilaron con 23 balazos que le perforaron diversas partes del cuerpo.

Así fue como esa maniobra se llamó Operación Traviata y además, dio título a la obra donde el escritor Ceferino Reato explicó que intenta “describir quiénes, cómo y por qué protagonizaron un asesinato político que, ha sido investigado sin eficacia por la justicia y por la policía, y sobre el cual tanto periodistas como historiadores no han escrito prácticamente nada”.

En aquellos años la situación del país era muy diferente a la actual, los distintos gobiernos eran constantemente interrumpidos por golpes de estados que ponían a las Fuerzas Armadas a cargo del manejo del país; y precisamente hasta la llegada del General al poder en manos de Héctor Cámpora, quien tenía la presidencia de facto era el militar Alejandro Lanusse.

El contexto político y económico del país durante el regreso del peronismo era favorable; ya que los sindicatos y las 62 Organizaciones que de aquel se desprendían venían “haciendo” de su parte y lo que restaba solamente era firmar un Pacto Social que beneficiara el crecimiento del país y a los trabajadores de clase popular que ansiaban su retorno porque les garantizaría una distribución equitativa de la riqueza.

Rucci, que era la máxima figura del poder sindical junto a Lorenzo Miguel, tenía un rol significativo para Perón porque además de ser su dirigente más leal y, utilizando las propias palabras del autor, “en esos 18 años sin el líder, el sindicalismo cargó con el costo de mantener vivo al peronismo en la Argentina, y en consecuencia, pasó a dominarlo”.

El poderío que había adquirido la estructura sindical era el arma más fuerte del General quien pensaba que, para poder ganar las elecciones de 1973, debía consolidar un movimiento con “alas ubicadas a la derecha e izquierda siempre que compartieran sus ideas básicas” que les permitiera vencer el gobierno de “gorilas” que ocupaban los militares.

La derecha obviamente era el sindicalismo, y con Rucci frente a él, esa “ala” estaba garantizada; el problema surgió cuando la ambición de su “ala” izquierda, Montoneros (cuyos líderes eran Firmenich, Quieto y Perdía), de ocupar cargos en el gobierno y decidir en la conducción del país, se volvieron en contra de los planes de Juan Domingo Perón.

La cuestión surgía así, en un primer momento, el deseo del General, del sindicalismo y de Montoneros era el regreso del peronismo y para lograrlo habían dirimido sus diferencias y aceptado que la única manera de lograrlo era a través de la lucha conjunta.

Una vez que Cámpora había ganado las elecciones, los distintos movimientos, en especial Montoneros, empezaron a hacer evidentes sus diferencias y todas ellas recaían en el accionar del ex presidente Perón a quien le exigían ocupar más posiciones en el Estado y al que no le agradaban las vías que estos grupos utilizaban para alcanzar el poder.

Estos jóvenes que se identificaban como la Tendencia Revolucionaria fue el grupo de izquierda que agrupó otros movimientos (entre ellos Descamisados), ya que comenzó siendo de carácter político y luego con la fusión de las FAR y el ERP se volcó para el lado de la lucha armada; lo que resultó un grave error porque esa decisión los distanció de la relación con el ex presidente Perón.

A esa altura ya eran notables las disidencias entre los sindicalistas y montoneros, donde luego de la masacre de Ezeiza en que se enfrentaron estas distintas corrientes, esa ruptura se evidenció aún más y fue Rucci quien pasó a ser el “traidor” del peronismo para estas agrupaciones revolucionarias.

Uno de los líderes de Montoneros Mario Firmenich dejó explícito ese sentimiento cuando dijo, en una entrevista que le realizó el autor del libro, que “Rucci fue uno de los responsables de la masacre de Ezeiza. Éste es el sentir popular, el sentir de la militancia de tendencia revolucionaria”.

¿Por qué Montoneros tomó semejante decisión de asesinarlo? Porque erróneamente creyeron que era una forma de apriete al General Perón para que éste accediera a sus pedidos y le diera el poder de participación y decisión en la conducción del país; más aún específicamente, “el problema con los montoneros fue que querían heredarlo para impulsar un proyecto político al que Perón se oponía fuertemente”.

Resultado de aquello fue el acto del 1º de mayo de 1974 cuando se demostró de manera pública que las relaciones entre Perón y Montoneros habían llegado a su fin, y que este primero dejó clara su gratitud hacia “la columna vertebral del movimiento” por “haber sostenido un Pacto Social que será salvador para la Repúblicaignorando los cánticos clásicos de los segundos.

“Con la muerte de Rucci, Montoneros privilegió el fusil a la política. A partir de entonces inició un proceso de militarización que lo fue reduciendo a un aparato cada vez más cerrado, clandestino, jerarquizado e inmune al disenso y al debate interno”, por eso es que luego de aquello la relación con el conductor peronista colapsó.

El deseo de Juan D. Perón era que esa juventud maravillosa que el había calificado en algún momento dejara de lado la lucha armada y aprendiera sobre la dirigencia a partir de la política y no de la guerra, porque en algunos años esos chicos capacitados tendrían que reemplazar al viejo aparato sindical y gubernamental con nuevas ideas que eran las propias del pueblo.

Hacia fines de 1973 el General se encontraba enfermo de gravedad y las discordias entre las distintas corrientes políticas no hallaban solución, por lo que las Fuerzas Armadas aprovecharon inteligentemente esa debilidad en la que se encontraba el poder peronista y organizaron un nuevo golpe de estado que les permitió tomar nuevamente el mando en marzo de 1974.


LA DEUDA ExTERNA


Cinco puntos claves de la historia argentina para comprender el rápido aumento de la deuda externa desde 1975 en adelante.


La industrialización del país lograda por los ex presidentes Juan Domingo Perón y Arturo Frondizi en sus períodos de gobierno se vio finalizada con la llegada del régimen militar al poder y la apertura de los mercados para recibir inversiones a causa del capital extranjero.

En 1975 la errada política económica de la dictadura militar logró en su tiempo de mandato un espectacular aumento de la deuda que pasó de u$s 157 a u$s 1.088 per capita y que se debió a la conocida bicicleta financiera, la deuda privada, la importación de armas y los intereses devengados.
Estas cuatro causas en el orden mencionado son el primer punto clave para entender tal crecimiento; las dos primeras consistieron en, una maniobra para conseguir créditos que a su vez se convierten en préstamos con intereses más altos y préstamos que adquirieron las empresas privadas que luego el Estado los transformó en deuda pública.
Y por último, las dos restantes tuvieron que ver con el armamento comprado al exterior para situaciones bélicas con Chile, Inglaterra y para uso interno en lo que se conoció como el enfrentamiento con la subversión, e intereses que devengaron los propios préstamos que fueron pagados con nuevos endeudamientos.
El segundo punto reside en que los intereses debían ser pagados en dólares pero como estos no ingresaban, debían obtenerlos a través de la balanza comercial con las exportaciones e importaciones; el problema era que quien exportaba no era el propio Estado sino empresas privadas como Dreyfus o Bunge.
Como resultado de aquello el sector público se los compraba al sector privado y para lograrlo debía realizar emisión monetaria que años más tarde sería uno de los factores principales de la hiperinflación en 1989.
Llegando a la tercera cuestión, ubicada en el gobierno del ex presidente Carlos Menem, quien con una campaña ideológica, política y mediática sostuvo que el Estado era ineficiente para manejar empresas mientras que en el primer mundo lo hacía el sector privado, vendió en 1990 las principales compañías entre ellas ENTEL y Aerolíneas Argentinas.
Lo peor de la privatización y que merece tener un punto aparte es la reforma provisional donde el sistema jubilatorio pasó a ser regulado por las AFJP y que como dejó de recibir esos aportes personales, luego tuvo que pedirle el dinero prestado a estas Administradoras y pagar por el tasas anuales de interés del 15 %.
Llegó así el año 1998 y comenzó la recesión de la economía argentina con la cual cae la actividad económica, cae el empleo, disminuye la recaudación impositiva, aumenta el déficit fiscal y surgen políticas de recorte de gastos o aumento de impuestos que agravaban aún más la situación.
Esta nueva política económica ayudó a profundizar la recesión y la incertidumbre de los argentinos aumentó hasta que se expresó de manera notable con la fuga de los depósitos bancarios en el año 2001 que desembocó en lo que luego se conoció como “el corralito” y el fin de la convertibilidad del dólar uno a uno.
El quinto punto se traslada al ámbito extranjero y radica en que los países desarrollados luego de la Segunda Guerra Mundial basados en el principio de seguridad interna aplicaron una política de subsidios para la producción agrícola que provocó la caída de los precios internacionales de los productos que Argentina exportaba en ese momento.
Así, poco a poco comenzó una nueva política económica que se llamaría “neoproteccionismo”, el cual se basa en el uso de barreras no arancelarias para proteger las industrias ya que se caracteriza por subsidios, restricciones voluntarias a las exportaciones y trabas de índole burocrática para las mercaderías que ingresan como permisos, habilitaciones, control de calidad, entre otras.
Los países subdesarrollados, entre los que se encuentra Argentina, deben adaptarse constantemente a estas reglas de comercio internacional y tratar de sacar el mayor provecho posible; para este entonces el país ya contaba con una deuda de u$s 139.785 millones.
Luego de la situación del 2001 lo siguieron algunos gobiernos provisorios hasta que en el 2003 llego de la mano del peronismo Néstor Kirchner al poder; éste canceló la deuda con el FMI solamente pero aún quedaban otros tantos millones por pagar.
Son distintos gobiernos, distintas políticas económicas pero todavía ninguno ha podido solucionar el problema del endeudamiento externo; año tras año se destinan sumas de dinero importantes para la cancelación de la deuda pero igualmente ésta sigue aumentando.


martes, 10 de noviembre de 2009

MALVINAS: UN ERROR IRREPARABLE


La Guerra de Malvinas no sólo fue un error político y económico de un gobierno ya acabado, sino fue el error de todos los argentinos que apoyaron tal decisión.


Desde 1833 Argentina se mantuvo siempre a la espera de un progreso diplomático en las negociaciones con el Reino Unido sobre la soberanía de las islas pero un gobierno irrecuperable creyó que su solución se encontraba en el fin de esa expectativa y en la drástica recuperación de Malvinas.

Un año antes de la invasión en las Islas Malvinas para su posterior recuperación, el ex presidente Leopoldo Fortunato Galtieri justificó su erróneo accionar al manifestarle a los argentinos que “nadie pudo ni podrá decir que no hemos sido extremadamente pacientes en nuestro manejo de problemas internacionales que no surgen de ningún apetito territorial de parte nuestra”.

En aquella frase dejó claro que si el Gobierno de Gran Bretaña no emitía respuestas por el futuro del territorio, ya no habría negociación alguna sobre las islas y se comenzaría a planificar una operación militar secreta que consiguiera su devolución, y que esta debía ser “incruenta y de breve duración”.

¿Qué pasó con aquellas dos cuestiones? ¿Incruenta? ¿Breve? Ante todo hay que considerar que Galtieri utilizó esa excusa porque la economía del país se iba a pique y en aquellas islas habría una salvación monetaria con los recursos petroleros, de pesca y agua dulce que poseían; y segundo, era una guerra y todo acto bélico es violento y sanguinario.

Breve tampoco fue, duró 72 días donde los combatientes donde la mayoría de ellos eran demasiado jóvenes, sufrieron por sobre todo hambre y frío ya que el mismo Estado Nacional se encargó de “entorpecer” la llegada de comida y abrigo que millones de argentinos les enviaban para que resistieran la locura a la que el gobierno los había sometido.

Desde un principio el país supo que era incapaz de ganar este conflicto ya sea por la escasa preparación de los soldados o por los insuficientes recursos de armamento, pero el punto más importante es que de todas maneras se enviaron a 10.000 personas a luchar por su vida más que por un territorio nacional.

Ahora todos los argentinos reconocen que los soldados que combatieron son héroes, reconocen lo atroz que fue la decisión de comenzar la guerra de Malvinas; pero qué pasó en 1982 que todos miraban los hechos como si fueran un gran espectáculo y pensaban ¡fuerza chicos, hay que ganar esta batalla!

Los medios de comunicación aportaron su granito de arena a toda esa farsa: emitían noticias espectaculares donde enfatizaban que en muy poco tiempo la soberanía sería nuestra y que había que agradecerle por ello a los miles de seres humanos que estaban en las islas en pleno invierno buscando la manera de sobrevivir.

Sí son héroes, pero el reconocimiento se lo deben ellos mismos y para ellos; no el gobierno de Argentina que 27 años después alardea con “los caídos de Malvinas”, “los héroes de Malvinas” y a muchos de ellos se los ven en situaciones precarias donde se encuentran luchando (¡una vez más!) porque la sociedad le brinde otro reconocimiento que no sea de palabra.


¿PEREJILES QUIÉNES?


Respuesta al monólogo del Homo Setentista escrito por José Pablo Feinmann que debería considerarse, en vez de una polémica, dos destinos diferentes que están unidos por el proceso que caracteriza a la historia.

Entendiéndose que “perejil” se llama comúnmente a los desaparecidos que fueron torturados, mutilados e incluso asesinados por su diferente creencia política en la última dictadura militar argentina a cargo de la Junta de Comandantes que integraban Videla, Massera y Agosti no puede llamar perejiles también los de la década del 90.
La generación del ´90 no tiene historia ni la va a tener, sólo se limita a habitar el territorio de derrota que ustedes padecieron y padecen donde además, carga con la ausencia de agallas de crear proyectos revolucionarios que sean agresivos con el “Poder” para “cambiar el mundo”.
¿Entonces por qué los llama perejiles? Si el “pasaje tumultoso de los setenta” que ustedes vivieron marca “la primera y decisiva diferencia” entre ambas generaciones; ustedes fueron revolucionarios, los de los ´90 son inofensivos soñadores.
Los setentistas no eran inofensivos porque nacieron para cambiar el mundo mientras que sus propios descendientes no nacieron capaces de afrontar semejante proyecto, sólo tienen la posibilidad de sufrir el único mundo que existe, el que dejaron con su derrota.
Ahora, ¿su proyecto revolucionario cambiaba el mundo? Los de la generación del ´70 tuvieron agallas para andar en la clandestinidad, para sufrir las brutales consecuencias que el régimen militar ejercía, para defender su pensamiento una sociedad mejor, no para cambiar el mundo en lo que esa expresión significa.

Ustedes cambiaron la política, no al mundo, ustedes lograron que aquello que pasó no vuelva a suceder jamás, que los de la generación del ´90 puedan tener la garantía que la libertad de expresión existe y que no es necesario perder la vida por un derecho que está avalado por la Constitución Nacional y otros Tratados Internacionales.
La pobreza, la hambruna, el nivel mediocre de educación y otras problemáticas que se encuentran en Argentina desde su década sigue vigente y aún en un nivel peor del que se encontraba; entonces, ¿qué mundo cambiaron ustedes?, sólo se consideran espectaculares por aquello que desgraciadamente les tocó presenciar.
El planteo no intenta desmerecer la valentía que tuvieron los “perejiles” por aquellos años que murieron por generosos y no por tontos, sino defender a la generación del ´90 y demostrar que lo que hoy se vive no es por nosotros, sino por los restos que ustedes dejaron en la sociedad después de 1974.

Gran parte de la gente que hoy ocupa cargos o puestos en el Poder son ustedes, su excepcional generación del ´70, y no solucionaron el mundo ni tampoco solucionaron los problemas del país que cada día se encuentra en una situación de empeoramiento de la que no puede salir y parece que nadie hace algo al respecto.

Entonces no hay que comparar épocas ni historias, sino hay que aprender que los tiempos venideros son una cosecha de aquello que se sembró en el pasado, donde coexisten diferentes concepciones en la manera de vivir y todos necesitan de todos para que el porvenir siempre sea mejor.


OTRA RESPUESTA de la noventista Maria Cecilia

martes, 20 de octubre de 2009

PROYECTO DE LEY: ¿SERÁ LEY?




A días del tratamiento del polémico proyecto de la nueva ley de Servicios de Medios Audiovisuales.



En la década del 90’ el discurso dominante sostenía que la privatización de los medios de comunicación iba a garantizar la pluralidad de la información y la misma libertad de expresión por lo que su fuerte propagación culminó con la modificación de la ley de Radiodifusión sancionada durante el gobierno de facto de Rafael Videla.

Estas transformaciones que el gobierno del ex presidente Carlos Menem realizó a través de decretos de necesidad y urgencia, abría el paso a las fusiones empresariales entre las empresas de las telecomunicaciones con los medios de comunicación social, que años más tarde generaría lo que se conoce como los “grandes multimedios”.

La conformación de estas empresas no hubiera sido posible sin el proceso de globalización, de carácter económico, que consiste en que las distintas economías nacionales se integren en una única economía mundial donde el avance de las tecnologías cooperó en su desarrollo.

A pesar de las modificaciones por “necesidad y urgencia”, que beneficiaron a grupos inversores que a través de sus medios gráficos con los años pudieron adueñarse de otros mediante testaferros, la ley que rige actualmente en Argentina tampoco contempla a la televisión por cable o satelital.

La ley de Radiodifusión nº 22.285 aparece “desactualizada” y es insuficiente para afrontar al poder que se generaron los multimedios en estos años; por eso el gobierno de Cristina Fernández presentó un proyecto para una nueva ley, no ya de radiodifusión, sino de Medios Audiovisuales.

La Secretaría de Comunicaciones del gobierno presentó en su web oficial los 21 puntos que se incluyen en la propuesta enviada al Congreso y destacó que “Más de 300 organizaciones sociales, sindicales, de derechos humanos, de pequeñas y medianas empresas, y comunitarias de la comunicación trabajaron durante años en pos de la unidad y modificación de la ley”.

El polémico proyecto acierta al buscar cambiar una norma hecha durante la dictadura y democratizar el sistema de medios, pero en los 21 puntos tratados en él intenta además, romper con el poderío (en todos sus sentidos) de las grandes empresas multimediáticas.

No es en vano que desde que se presentó la propuesta ante el congreso, los grupos inversores como Clarín, han salido a “pegarle” a la presidenta Cristina y han denominado el propósito de la nueva ley como “Ley de Medios K” o “Ley de Control de Medios”.

Las modificaciones principales que presenta son garantizar aún más la libertad de expresión y el derecho a la información, la independencia de los medios, que la publicidad sonora y audiovisual sea de origen nacional y reducir la cantidad de licencias otorgadas a su titular, quienes no podrán ser personas con cargos oficiales o funcionarios públicos.

¿Por qué se ganó el proyecto tanta oposición? Porque de ser aprobado los grupos inversores tendrían que reducir las “24” licencias propias a tan sólo 10, sin saber que hacer con las 14 restantes (¡o más!) ya que de ninguna manera desean desprenderse de ellas vendiéndolas.

Mientras la sociedad observa este debate, o al menos eso es lo que se espera, una encuesta publicada en Diario Perfil que realizó la consultora MANAGEMENT & FIT, demuestra que el discurso del oficialismo no tuvo efecto, porque del 67,7 de los encuestados “cree que la futura ley apunta a controlar los medios”.

¿Y los comunicadores, periodistas, publicistas qué opinan? Se espera que esta nueva ley garantice trabajo para todos aquellos que dedicaron años a estudiar una carrera y que desean la posibilidad de trabajar en un medio o iniciar uno propio; una posibilidad que hoy se ve lejana y difícil de alcanzar.

Por ahora sólo queda esperar con ansias al próximo viernes, donde a partir de las once se iniciará la sesión en la que los senadores decidirán ni más ni menos cuál será el rumbo de este proyecto de nueva ley; ¿podrán nuestros representantes modificar la antigua y limitada ley nº 22.285?



MOVIMIENTOS REVOLUCIONARIOS: LA LUCHA CONTINÚA


Los movimientos revolucionarios son encontrados a lo largo de la historia del mundo, sin distinción de países y creencias.

El “Mayo Francés” fue una rebelión estudiantil-obrera espontánea que tenía como único fin el rechazo al sistema capitalista, a las dictaduras estalinistas y al fascismo, y que, para alcanzarlo necesitaba la alianza de las clases subalternas con los jóvenes universitarios considerados como la inteligencia de esa época.

La Semana Rabiosa de 1968 conmovió al gobierno de Charles De Gaulle y al mundo entero debido que llegó a movilizar un millón de personas que pedían dejar de lado el clasismo, libertad para amar sin prejuicios, liberación para las mujeres y la defensa de la ecología y medio ambiente.

Los referentes intelectuales del movimiento que duró desde el 3 hasta el 15 de mayo y que tuvo su origen en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Nanterre, en Francia, fueron Herbert Marcuse y Jean Paul Sartre quienes creían que la violencia de los estudiantes era la respuesta a las fuerzas conservadoras.

Los franceses que tanto apoyaron la consigna “está prohibido prohibir” y que consideraban que el poder era el que paseaba por las calles de París, terminaron enmarcados en sus propios lemas y su fracaso confirmó aquel que decía “los que hacen las revoluciones a medias no hacen más que cavar sus propias tumbas”.

¿Por qué se considera que su movimiento fue realizado a medias? La falta de conducción política y la inexistencia de una concreta propuesta de gobierno hicieron que no se provoquen cambios decisivos en la sociedad por lo que la situación política quedó simplemente modificada y no transformada por completo.

Esta revolución se convirtió en un símbolo para el mundo, y en Argentina, tuvo su gran significancia al dar paso a lo que luego se conocería como el Cordobazo; un levantamiento de protesta popular en contra del régimen de Juan Carlos Onganía cuya insignia era “obreros y estudiantes, unidos y adelante” y que tenía como fin destituir al General para volver al gobierno peronista.

Los estudiantes universitarios aquí se levantaron contra el gobierno militar y exigieron cambios, como en su momento también lo hicieron aquellos de la reforma universitaria de 1918 y los que se enfrentaron dos años atrás cuando Onganía decretó intervención en las casas de altos estudios, y que años más tarde se conocería como “La Noche de los Bastones Largos”.

En esta revuelta la dictadura ordenó que los policías reprimieran a los estudiantes y profesores opositores, y el caos terminó en la destrucción de laboratorios y bibliotecas de las facultades junto al éxodo de profesores e investigadores con la supresión de los centros de estudiantes.

Estos movimientos revolucionarios no fueron únicos, con el transcurso de la historia siempre surgen y en cada situación acontecen hechos diferentes; no basta recordar aquel otro suceso conocido como “La noche de los lápices” donde un nuevo gobierno dictatorial es el autor de la desaparición y tortura de siete jóvenes estudiantes que demandaban en la ciudad de La Plata el Boleto Escolar Secundario.

Los procesos sociales avanzan y con ello avanzan los mismos reclamos y discusiones, los levantamientos resurgen y las soluciones siempre son inalcanzables; es un ciclo que con cada lucha vuelve a comenzar y que por desgracia nunca llega a su fin.


martes, 6 de octubre de 2009

ARGENTINA Y LOS GOLPES DE ESTADO


A través de los años Argentina fue protagonista de diversos golpes de estados que atentaron contra el gobierno de turno, de los cuales Juan Domingo Perón fue una de sus víctimas.

La caída del régimen de Juan Domingo Perón en 1955 se originó por el golpe contra el gobierno que realizó un sector de las Fuerzas Armadas que ya no estaba de acuerdo con el manejo que este movimiento proponía como modelo para lograr el desarrollo del país.

La Iglesia fue la otra institución que tampoco coincidía con las políticas que planteaba el movimiento peronista y que hizo notable su postura cuando comienza a reaccionar en su contra a raíz de un discurso que dio Perón donde anunció que ésta era el poder más importante con el cual tendría que luchar.

Desde ese momento en adelante el partido obrero tendría que verse enfrentado a diferentes luchas que años después acabarían con el exilio de Perón en el Paraguay y, aún peor, con la muerte de 380 personas que perdieron la posibilidad de vivir porque fueron víctimas de la consigna “hay que acabar con la vida del General”.

Tiempo después Perón desistió de todo intento de reconciliación con sus opositores quienes venían amenazando con continuar los ataques en diferentes puertos de Buenos Aires que acababan con la vida de muchos argentinos y ofreció su renuncia a la presidencia de la nación.

Este gobierno no fue el único que sufrió un golpe de estado por parte de militares que como no compartían las políticas que el régimen ejercía, optaban por medidas de fuerza que ocasionaban violencia y muerte como única salida para lograr la destitución de sus opositores.

El peronismo fue uno de varios que sufrieron la caída de su régimen, en Argentina a lo largo del siglo XX se realizaron seis golpes contra el estado de los cuales cuatro establecieron dictaduras provisionales y los otros dos de tipo permanentes, en los que incluso hasta se violaron los propios derechos humanos.

El golpe también conocido como institucional o militar, dependiendo del sector que lo ejecute, consiste en la toma del poder de manera repentina y violenta, por parte de un grupo de poder, que vulnera la legitimidad institucional que el Estado tiene establecida en su nación.

Argentina sufrió esos quiebres en diferentes períodos de su historia, mucha gente pasó a formar parte de ella por haber sido víctima de ataques cruentos e inolvidables; cada vez que el sistema político comienza a tambalear surgen grupos de enfrentamientos que utilizan “el golpe” como una medida efectiva para destituir al gobierno de turno.

Actualmente surgieron nuevas formas de ataque al poder político que gobierna como el caso de los medios de comunicación y el periodismo, que considerados como un cuarto poder, ejercen una gran influencia en la sociedad y en la opinión que ella construye.

En ambos casos el objetivo que se busca lograr es el mismo, y el problema también, porque las personas que pertenecen al país se ven sometidas a los mismos actos de violencia y de impunidad que vienen sucediendo desde 1930 y que si bien se analizan y se critican, siguen aconteciendo.


- Cronología de una caída anunciada: 1950/59 LA CAÍDA

martes, 29 de septiembre de 2009

LA ENSEÑANZA AYER Y HOY: EL MISMO PROBLEMA


En 1918 surgió en la Universidad Nacional de Córdoba un movimiento de reforma que luego se extendió al resto del país y que significó un avance en los derechos de todos los estudiantes que pedían autonomía universitaria y luchaban contra el régimen conservador que había entonces.

Entre los líderes de esta campaña se encuentran Deodoro Roca, Enrique Barros, Emilio Biagosch y Risieri Frondizi que cada uno desde su lugar dejó su vida en lo que consideraron una “batalla contra el tirano” donde lograron nuevas y mejores casas de estudios en toda Argentina.

En esa época los jóvenes de la Reforma pedían que las universidades tuvieran cátedras paralelas en cada materia, que la titularidad en ellas se de a través de concursos públicos de forma periódica y que hubiera una extensión que se encargase de emprender tareas vinculadas a los requerimientos que la sociedad pedía.

Después de 91 años las universidades mantienen esas características, pero ya no son suficientes para abarcar la cantidad de jóvenes que en ellas estudian para convertirse en profesionales y tener un futuro mejor que permita acceder a la vida que la misma sociedad te brinda.

El sociólogo Juan Carlos Portantiero escribió sobre la Reforma Universitaria de 1918 y planteó que la enseñanza superior entra en problema cuando es una opción abierta a miles de personas ya que su estructura se vuelve insuficiente para garantizar aquello mismo que se propone.

La universidad, según Portantiero, es una institución para “seleccionar élites”, para “segregar” y no para “integrar”; por ello es que cuando las presiones sociales democratizantes operan hacen que se pierda su condición y los recursos financieros que también se hallan insuficientes para asegurar ese entrenamiento que requiere todo el alumnado.

Actualmente las universidades nacionales tienen problemas para mantener la enseñanza que hasta entonces han brindado, lo que genera grandes cantidades de alumnos disconformes que se levantan en contra de su régimen y vuelve la discusión por todo aquello que los reformistas una vez lucharon.

El problema es que en esas disputas que surgen no se avanza por un camino mejor ni hacia un futuro mejor, si no que se ponen en peligro los mismos avances que se lograron o se logran en el propio transcurso del proceso histórico que pertenece a nuestro país y aún más terrible es que todavía son sólo unos pocos los que se han dado cuenta.


ARTÍCULO RECOMENDADO:


Historia de la autonomía universitaria en América Latina por RENATE MARSISKE SCHULTE


NOTICIAS: UNA REALIDAD POCO TRANSPARENTE


El periodismo de ficción no nació por pura coincidencia, así como los medios de comunicación cambiaron drásticamente para responder a los intereses de una nueva sociedad globalizada, las características de las noticias corresponden al objetivo que se propone el medio.

La noticia es el producto de una industria de la información, una industria cuyo carácter principal es ser comercial y que la convierte en un acontecimiento actual que debe ser ficcionalizado para que al lector le resulte atractiva, ya que detrás de ella hay un interés económico.

Los grandes multimedios necesitan ampliar su público y por eso focalizan sus productos en una determinada meta que siempre responde a quienes manejan el medio y a determinados sectores que requieren de ella por la gran influencia que estos poseen.

Hoy el periodismo es considerado como el cuarto poder porque con el peso que tiene sobre la sociedad forma la opinión pública y eso es suficiente tanto para instalar los temas que se tratan en la agenda del medio como para derrocar un gobierno si fuere necesario.

Así, la noticia actual se transforma en una herramienta para atrapar nuevas personas y si se debe recurrir a su ficcionalización, valga que sea un recurso más, porque siempre el objetivo central de toda empresa multimediática es el lector visto como cliente.

Cómo se desarrollarán y se tratarán los temas que incluyen las noticias dependen de la línea editorial de cada periódico, que siempre presenta un punto de vista del análisis objetivo de la realidad, pero sin olvidar que interés es el que quiere alcanzar.

La Revista Noticias es un ejemplo de una línea editorial particular que no explica los hechos sino que los analiza y emite su crítica respecto de ellos, donde su principal característica es defender la “libertad de expresión” sin temor de tener que enfrentar a los gobiernos de turnos para sostener esa ideología.

Además de las modificaciones que surgieron en las noticias a través del tiempo, como el cambio en su extensión y su expansión a tratar temas que no sólo sean políticos e ideológicos, surge la “división noticiosa” que separa los distintos temas en secciones, suplementos y revistas.

La noticia, el diario, la revista, el multimedio que las engloba, decide qué publica, qué cuenta, y cómo lo cuenta; cada uno desde su punto de vista y su propio interés, pero son los lectores quienes deben aprender a saber apreciar la realidad, contrastar puntos de vistas y analizar los hechos según uno mismo para poder formar su propia opinión personal.



ESCRIBIR HOY EN DÍA



Los jóvenes de distintos países de habla español iniciaron una campaña llamada “Acentos perdidos” para educar a las personas sobre la costumbre que se perdió de colocarle los acentos a las palabras que les corresponde. Argentina se sumó a esa campaña ya que grandes, jóvenes y chicos parecen haber olvidado el uso de la tilde.

Otro grave error es que no se colocan los acentos a las mayúsculas o a las palabras escritas así, y el periodismo acentúa esa falta ya que en los títulos de las noticias no coloca las tildes, que provocó la creencia que éstas no deben ser colocadas y sobre lo que la Real Academia Española aclaró: “el empleo de mayúscula no exime de poner tilde sobre la vocal que deba llevarla”.

La falta de ortografía es una constante en personas de todas las edades pero ya no se debe sólo a la falta de educación, al problema de la escritura o a la falta de atención como en otros tiempos, si no a las nuevas tecnologías y maneras de escribir que se vuelven costumbre en los argentinos.

Hace unos años atrás el desarrollo de la tecnología no permitía incluir acentos en las letras, pero hoy en día esa cuestión desapareció y el problema sigue vigente; sms donde no sólo faltan acentos si no existen abreviaturas de las mismas palabras y conversaciones instantáneas por Chat donde no existen acentos, mayúsculas, comas ni puntos.

La cuestión reside en que actualmente no sólo se escribe con faltas ortográficas en cuestiones cotidianas e informales, si no que el error se extendió al campo de lo formal, a las instituciones de enseñanzas y al mundo laboral sin distinciones en edades ni profesiones.

Muchos piensan que es una insuficiencia de la enseñanza educativa pero otros sostienen que esta manera de escribir “más rápida” fue consecuencias del avance tecnológico y de la necesidad de las personas de esa comodidad que brinda escribir sin preocuparse por cómo se hace.

Cómo se ha llegado a degenerar el idioma castellano y qué sucederá en unos años si el problema persiste es una gran duda que nos debería inquietar y por ello se debe intentar trazar un camino que demuestre que no es imposible volver atrás.