martes, 20 de octubre de 2009

PROYECTO DE LEY: ¿SERÁ LEY?




A días del tratamiento del polémico proyecto de la nueva ley de Servicios de Medios Audiovisuales.



En la década del 90’ el discurso dominante sostenía que la privatización de los medios de comunicación iba a garantizar la pluralidad de la información y la misma libertad de expresión por lo que su fuerte propagación culminó con la modificación de la ley de Radiodifusión sancionada durante el gobierno de facto de Rafael Videla.

Estas transformaciones que el gobierno del ex presidente Carlos Menem realizó a través de decretos de necesidad y urgencia, abría el paso a las fusiones empresariales entre las empresas de las telecomunicaciones con los medios de comunicación social, que años más tarde generaría lo que se conoce como los “grandes multimedios”.

La conformación de estas empresas no hubiera sido posible sin el proceso de globalización, de carácter económico, que consiste en que las distintas economías nacionales se integren en una única economía mundial donde el avance de las tecnologías cooperó en su desarrollo.

A pesar de las modificaciones por “necesidad y urgencia”, que beneficiaron a grupos inversores que a través de sus medios gráficos con los años pudieron adueñarse de otros mediante testaferros, la ley que rige actualmente en Argentina tampoco contempla a la televisión por cable o satelital.

La ley de Radiodifusión nº 22.285 aparece “desactualizada” y es insuficiente para afrontar al poder que se generaron los multimedios en estos años; por eso el gobierno de Cristina Fernández presentó un proyecto para una nueva ley, no ya de radiodifusión, sino de Medios Audiovisuales.

La Secretaría de Comunicaciones del gobierno presentó en su web oficial los 21 puntos que se incluyen en la propuesta enviada al Congreso y destacó que “Más de 300 organizaciones sociales, sindicales, de derechos humanos, de pequeñas y medianas empresas, y comunitarias de la comunicación trabajaron durante años en pos de la unidad y modificación de la ley”.

El polémico proyecto acierta al buscar cambiar una norma hecha durante la dictadura y democratizar el sistema de medios, pero en los 21 puntos tratados en él intenta además, romper con el poderío (en todos sus sentidos) de las grandes empresas multimediáticas.

No es en vano que desde que se presentó la propuesta ante el congreso, los grupos inversores como Clarín, han salido a “pegarle” a la presidenta Cristina y han denominado el propósito de la nueva ley como “Ley de Medios K” o “Ley de Control de Medios”.

Las modificaciones principales que presenta son garantizar aún más la libertad de expresión y el derecho a la información, la independencia de los medios, que la publicidad sonora y audiovisual sea de origen nacional y reducir la cantidad de licencias otorgadas a su titular, quienes no podrán ser personas con cargos oficiales o funcionarios públicos.

¿Por qué se ganó el proyecto tanta oposición? Porque de ser aprobado los grupos inversores tendrían que reducir las “24” licencias propias a tan sólo 10, sin saber que hacer con las 14 restantes (¡o más!) ya que de ninguna manera desean desprenderse de ellas vendiéndolas.

Mientras la sociedad observa este debate, o al menos eso es lo que se espera, una encuesta publicada en Diario Perfil que realizó la consultora MANAGEMENT & FIT, demuestra que el discurso del oficialismo no tuvo efecto, porque del 67,7 de los encuestados “cree que la futura ley apunta a controlar los medios”.

¿Y los comunicadores, periodistas, publicistas qué opinan? Se espera que esta nueva ley garantice trabajo para todos aquellos que dedicaron años a estudiar una carrera y que desean la posibilidad de trabajar en un medio o iniciar uno propio; una posibilidad que hoy se ve lejana y difícil de alcanzar.

Por ahora sólo queda esperar con ansias al próximo viernes, donde a partir de las once se iniciará la sesión en la que los senadores decidirán ni más ni menos cuál será el rumbo de este proyecto de nueva ley; ¿podrán nuestros representantes modificar la antigua y limitada ley nº 22.285?



MOVIMIENTOS REVOLUCIONARIOS: LA LUCHA CONTINÚA


Los movimientos revolucionarios son encontrados a lo largo de la historia del mundo, sin distinción de países y creencias.

El “Mayo Francés” fue una rebelión estudiantil-obrera espontánea que tenía como único fin el rechazo al sistema capitalista, a las dictaduras estalinistas y al fascismo, y que, para alcanzarlo necesitaba la alianza de las clases subalternas con los jóvenes universitarios considerados como la inteligencia de esa época.

La Semana Rabiosa de 1968 conmovió al gobierno de Charles De Gaulle y al mundo entero debido que llegó a movilizar un millón de personas que pedían dejar de lado el clasismo, libertad para amar sin prejuicios, liberación para las mujeres y la defensa de la ecología y medio ambiente.

Los referentes intelectuales del movimiento que duró desde el 3 hasta el 15 de mayo y que tuvo su origen en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Nanterre, en Francia, fueron Herbert Marcuse y Jean Paul Sartre quienes creían que la violencia de los estudiantes era la respuesta a las fuerzas conservadoras.

Los franceses que tanto apoyaron la consigna “está prohibido prohibir” y que consideraban que el poder era el que paseaba por las calles de París, terminaron enmarcados en sus propios lemas y su fracaso confirmó aquel que decía “los que hacen las revoluciones a medias no hacen más que cavar sus propias tumbas”.

¿Por qué se considera que su movimiento fue realizado a medias? La falta de conducción política y la inexistencia de una concreta propuesta de gobierno hicieron que no se provoquen cambios decisivos en la sociedad por lo que la situación política quedó simplemente modificada y no transformada por completo.

Esta revolución se convirtió en un símbolo para el mundo, y en Argentina, tuvo su gran significancia al dar paso a lo que luego se conocería como el Cordobazo; un levantamiento de protesta popular en contra del régimen de Juan Carlos Onganía cuya insignia era “obreros y estudiantes, unidos y adelante” y que tenía como fin destituir al General para volver al gobierno peronista.

Los estudiantes universitarios aquí se levantaron contra el gobierno militar y exigieron cambios, como en su momento también lo hicieron aquellos de la reforma universitaria de 1918 y los que se enfrentaron dos años atrás cuando Onganía decretó intervención en las casas de altos estudios, y que años más tarde se conocería como “La Noche de los Bastones Largos”.

En esta revuelta la dictadura ordenó que los policías reprimieran a los estudiantes y profesores opositores, y el caos terminó en la destrucción de laboratorios y bibliotecas de las facultades junto al éxodo de profesores e investigadores con la supresión de los centros de estudiantes.

Estos movimientos revolucionarios no fueron únicos, con el transcurso de la historia siempre surgen y en cada situación acontecen hechos diferentes; no basta recordar aquel otro suceso conocido como “La noche de los lápices” donde un nuevo gobierno dictatorial es el autor de la desaparición y tortura de siete jóvenes estudiantes que demandaban en la ciudad de La Plata el Boleto Escolar Secundario.

Los procesos sociales avanzan y con ello avanzan los mismos reclamos y discusiones, los levantamientos resurgen y las soluciones siempre son inalcanzables; es un ciclo que con cada lucha vuelve a comenzar y que por desgracia nunca llega a su fin.


martes, 6 de octubre de 2009

ARGENTINA Y LOS GOLPES DE ESTADO


A través de los años Argentina fue protagonista de diversos golpes de estados que atentaron contra el gobierno de turno, de los cuales Juan Domingo Perón fue una de sus víctimas.

La caída del régimen de Juan Domingo Perón en 1955 se originó por el golpe contra el gobierno que realizó un sector de las Fuerzas Armadas que ya no estaba de acuerdo con el manejo que este movimiento proponía como modelo para lograr el desarrollo del país.

La Iglesia fue la otra institución que tampoco coincidía con las políticas que planteaba el movimiento peronista y que hizo notable su postura cuando comienza a reaccionar en su contra a raíz de un discurso que dio Perón donde anunció que ésta era el poder más importante con el cual tendría que luchar.

Desde ese momento en adelante el partido obrero tendría que verse enfrentado a diferentes luchas que años después acabarían con el exilio de Perón en el Paraguay y, aún peor, con la muerte de 380 personas que perdieron la posibilidad de vivir porque fueron víctimas de la consigna “hay que acabar con la vida del General”.

Tiempo después Perón desistió de todo intento de reconciliación con sus opositores quienes venían amenazando con continuar los ataques en diferentes puertos de Buenos Aires que acababan con la vida de muchos argentinos y ofreció su renuncia a la presidencia de la nación.

Este gobierno no fue el único que sufrió un golpe de estado por parte de militares que como no compartían las políticas que el régimen ejercía, optaban por medidas de fuerza que ocasionaban violencia y muerte como única salida para lograr la destitución de sus opositores.

El peronismo fue uno de varios que sufrieron la caída de su régimen, en Argentina a lo largo del siglo XX se realizaron seis golpes contra el estado de los cuales cuatro establecieron dictaduras provisionales y los otros dos de tipo permanentes, en los que incluso hasta se violaron los propios derechos humanos.

El golpe también conocido como institucional o militar, dependiendo del sector que lo ejecute, consiste en la toma del poder de manera repentina y violenta, por parte de un grupo de poder, que vulnera la legitimidad institucional que el Estado tiene establecida en su nación.

Argentina sufrió esos quiebres en diferentes períodos de su historia, mucha gente pasó a formar parte de ella por haber sido víctima de ataques cruentos e inolvidables; cada vez que el sistema político comienza a tambalear surgen grupos de enfrentamientos que utilizan “el golpe” como una medida efectiva para destituir al gobierno de turno.

Actualmente surgieron nuevas formas de ataque al poder político que gobierna como el caso de los medios de comunicación y el periodismo, que considerados como un cuarto poder, ejercen una gran influencia en la sociedad y en la opinión que ella construye.

En ambos casos el objetivo que se busca lograr es el mismo, y el problema también, porque las personas que pertenecen al país se ven sometidas a los mismos actos de violencia y de impunidad que vienen sucediendo desde 1930 y que si bien se analizan y se critican, siguen aconteciendo.


- Cronología de una caída anunciada: 1950/59 LA CAÍDA